De esas que nadie recomienda. De esas que ya no quedan

Dicen de ella que se dejó el corazón olvidado en cada uno de los besos que nunca te dio. 
Que se calzó la coraza y echó a correr,
y aún no ha dejado de hacerlo. 
Dicen que corría hacia atrás. 
Que volaba sin tener alas, que no las necesitaba. 
¿Pa' qué?
Dicen que se convirtió en ninfa, otros lo llaman puta. Que visitó más de 1000 camas y besó mas de 500 bocas. Que viajó a más de 95 ciudades a probar suerte y le pilló la lluvia 89 veces con 88 tormentas. También dicen que enloqueció por un sueño que resultó ser un fracaso. Que andaba borracha de pena con las entrañas inundadas de valor. Con las sonrisas gastadas guardadas en los bolsillos. Que no se paraba a ver la vida, que ella pasaba por encima de ésta y la pisaba, de ahí las hostias que le dieron. 
Pero por cada hostia más coraje. 
Dicen que lloraba por dentro cuando se metía cada noche en la cama de un hotel. Que al final se hizo hada, que echaba polvos mágicos y hacia soñar a los hombres. Dicen que vendió ilusión a cada mujer que la necesitaba y aprendió a maquillarse el alma. Que se desgastó los labios en besos sucios. Que se olvidó de las promesas y de los falsos te quieros. 

Yo creo que se convirtió en poesía y que en cada uno de los versos escondía sus miedos, para más tarde hacerse canción, donde las notas se clavaban en su pecho como si fuera un pentagrama astillándole las costillas. Y a cada paso que daba sonaba una melodía, porque ella se convirtió en lo que hizo, no en lo que dicen. 


Pero yo siempre diré que fue una hechicera. 
Que fue mágica.



Y lo sigue siendo, aunque a veces se le olvide.